miércoles, 6 de abril de 2011

Los medios de comunicación se excusan en la crisis para abrir las puertas a la precariedad

La crisis está por todos lados, extendiéndose como un virus. Los medios de comunicación, obviamente, tampoco están a salvo. De hecho, han sido uno de los sectores que más duramente ha sido castigado. En estos días se especula con que el grupo PRISA recortará su plantilla poniendo en la calle a 2.000 trabajadores.

Para los que están terminando sus carreras de Periodismo o Comunicación Audiovisual el panorama se presenta lúgubre. Los jóvenes salen de la universidad en busca de sus primeras prácticas, y con suerte (mucha) su primer trabajo. Y entonces resulta que los medios de comunicación, además de eso, también son empresas.

Y como cualquier empresa, busca la eficacia, la ganancia. El máximo beneficio con los mínimos gastos posibles. Y entonces vemos despidos masivos de profesionales ya consagrados sustituidos por becarios cargados de ilusiones, y de trabajo, pero no precisamente con los bolsillos llenos.

Que un recién llegado, que ha de aprender los entresijos y tejemanejes de la profesión, no va a cobrar lo mismo que alguien cualificado y con experiencia más que demostrada resulta evidente. Pero de ahí, a cobrar las miserias que las empresas deciden pagarte, va un mundo.

Con lo que se ahorran echando al profesional consagrado, pueden pagar a cuatro becarios. El negocio para los medios es redondo. Pero con esto consiguen socavar la calidad periodística, a la vez que hunden las aspiraciones e ilusiones de los becarios, que ven como pasa el tiempo, y siguen cobrando lo que un aprendiz.

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